Montevideo ha sido testigo de la evolución de su vida nocturna a lo largo de sus trescientos años, y la memoria disidente ha sido especialmente marcada por estos refugios, lugares de encuentro en los que poder vivir sus sexualidades de manera libre y plena.
Entre sus muchos bares y boliches, Controversia destaca como un lugar emblemático por su significación para una generación de disidencias sexuales. La inauguración del bar se adelantó a la apertura democrática por unos meses.
Se ubicó en la calle Río Branco, entre 18 de Julio y Colonia, y se convirtió en un punto de encuentro esencial para un cierto sector de la comunidad. No solo ofrecía un espacio seguro, sino que también fomentaba la creatividad y la libertad de expresión artística, dando inicio a las carreras de artistas como Petru Valensky.
Controversia no permitía la entrada a travestis. Según los testimonios, se debía a que esta población estaba particularmente perseguida por la represión policial, por lo que permitir la entrada hubiera significado poner en riesgo la buena relación que el local mantenía con las autoridades policiales. Esto es testimonio de cómo la policía trataba a la población travesti-trans en los años posteriores a la dictadura.
Las noches en Controversia estaban llenas de música, performances y un espíritu de celebración constante. Se realizaban fiestas de disfraces, reuniones temáticas, Entre sus visitantes habituales se encontraban figuras destacadas del arte y la cultura tanto de Uruguay como de Argentina, en un momento en que el intercambio cultural y activista de las disidencias sexuales a ambos márgenes del plata proliferó. Quienes venían, encontraban en Controversia un refugio para expresarse sin miedo a la censura o la discriminación.
Controversia no solo fue un bar, sino también un símbolo de resistencia y libertad en una época donde la represión y la discriminación seguían vigentes. El bar contribuyó significativamente al movimiento de la diversidad en Uruguay, sirviendo como un espacio para el encuentro y la organización de actividades culturales y políticas. Su influencia como centro cultural se consolidó a través de la popularidad del Café Concert, un formato de entretenimiento que combinaba música, humor y crítica social.
Controversia es uno de tantos bares, boliches y centros culturales dirigidos a las disidencias sexuales que han existido en la ciudad de Montevideo. Cada uno de ellos ha jugado un papel crucial en la calidad de vida, la seguridad y la felicidad de las personas disidentes, así como en la visibilización y el avance de los derechos. Son refugios, símbolos de resistencia frente a la opresión estatal y social.